Publicado el Deja un comentario

#8M

Confieso que nunca había ido a una marcha… Siempre sentí ganas, pero por una cosa o por otra, nunca había ido. Debo decir que el motivo principal fue el miedo. No podría decir exactamente a qué, pero ese miedo de “que pase algo” de “quedar en el medio”… No sé, la cuestión es esa, nunca había ido.

Este 8 de marzo sentía la necesidad, ya no eran ganas o deseo, era una necesidad y ahí fui. Yo también fui parte de la marea que caminaba con banderas, carteles y cánticos. 

feminismo

Hace no mucho tiempo empecé a entender el feminismo, lo entiendo, lo siento y lo abrazo. Lamento quienes no lo hacen, sobretodo las mujeres… Hace un tiempo, si no me equivoco fue el mismísimo 8 de marzo, leí por ahí uno de esos carteles que circulan por las redes que decía “nuestra generación se está preocupando tanto por mostrar que una mujer puede hacer lo mismo que un hombre, que está perdiendo lo que la hace única. 
La mujer no fue creada para hacer todo lo que hace un hombre. La mujer fue creada para hacer todo lo que un hombre no puede hacer”… Lo leí… Me quedé pensando… Me enojó un poco… Pero más que nada porque, una vez más, me parece que no se entiende el feminismo o, tal vez, soy yo la que tiene una visión equivocada. Creo que lo que esta generación de mujeres busca con este movimiento es visibilizar que, si bien existen claras diferencias -sobretodo biológicas- entre hombres y mujeres, los derechos debieran ser los mismos para todos. Estamos hablando que solamente las mujeres tienen que tener el mismo derecho que un hombre a determinados puestos de trabajo o la igualdad salarial? No, es mucho más que eso. Estamos hablando también que cuando una pareja decide tener un hijo el varón tiene que volver a trabajar a los pocos días… El bebé también lloró para él y no durmió, el también quiere pasar tiempo con su bebé, sin embargo, no tiene ese derecho. El feminismo busca la igualdad de derechos. Estos ejemplos son solo eso, ejemplos, pero podríamos enunciar muchas, muchísimas situaciones más donde se ven estas diferencias para ambos lados.
Y por otro lado, no creo que la mujer “esté hecha” para hacer lo que el hombre no puede, creo que la mujer puede todo lo que quiere, mientras su biología se lo permita.

lA MARCHA

De todos modos, no quería ahondar en esto, quería contarte lo que ví, lo que me pasó. Lo que ví fueron a un montón de mujeres, juntas, como una masa, caminando, de manera pacífica, cantando, pintadas, con ropa alusiva, con pañuelos de varios colores, ví mujeres abrazarse, unirse, ví madres con sus hijas chiquitas, ví amor, ví sororidad, ví una sola mujer, enorme, caminando y luchando, porque eso es lo que se respiraba, unión, éramos como una sola. La frase “no estás sola” resonó más que nunca en mi interior y, creo, que ahora sí la entendí por completo. Estoy agradecida de haber ido, de haber sido parte y de haber compartido ese momento con dos grandes amigas, mujeres que quiero y admiro y que hacen mi vida mejor. También estoy feliz de haberme cruzado con un montón de otras que conozco y fundirnos en un abrazo y seguir caminando y la frase “qué bueno verte acá!” Sentí mucha emoción y el corazón grande, siento mucha alegría y un enorme privilegio de vivir este momento -a nivel mundial- en el que las mujeres nos levantamos y siento que ya no nos van a callar, porque ya, de verdad, no estamos solas.
Te quiero dejar algunas imágenes que me gustaron un montón, que pude capturar y que quiero compartirlas con vos.
Gracias, como siempre, por leerme y, ojalá, vos también estés sintiendo todo esto. Y nunca te olvides que YA NO ESTÁS SOLA ♥
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.