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Mujeres que inspiran: Victoria Ocampo

Pasó mucho tiempo desde la última vez que me senté a escrbir, reconozco que mi cabeza tuvo mucho ruido este último año… Será por eso que no lo hice.

Después de este preámbulo, te cuento que retomo la sección de mujeres que inspiran, hoy, 8 de marzo, porque me parece interesante poder ver cuántas mujeres en la historia hicieron mucho para que nosotras estemos hoy acá, recogiendo el guante y continunando con una lucha que, si bien no es fácil, tiene el camino mucho más allanado que las que vinieron antes de nosotras. 

Hoy quiero contarte un poco quién fue Victoria Ocampo y por qué me inspira – Spoiler alert: Mi colección de invierno está inspirada en ella.-
Antes que nada debería contarte que en Mar del Plata está la Villa Victoria Ocampo, un espacio cultural hermoso, rodeado de un jardín increíble, con una casa de estilo inglés color amarillo, que en su interior tiene unos papeles tapices increíbles, muchos de ellos restaurados por la erosión del paso del tiempo en ellos, con muebles soñados y espacios que invitan a imaginarse una vida pasada… Ese espacio fue refugio de muchos paseos desde que soy chica, mi mamá nos llevaba a mi hermana y a mí por todos los museos de la ciudad, la biblioteca municipal y cuántos espacios culturales existieran, sin embargo y a pesar de conocer la casa desde que tengo recuerdos de infancia, nunca había reparado en la vida de Victoria. Escuché algunas historias, retazos de memoria de personas que fueron contemporáneas, algunas más felices que otras, pero no fue hasta diciembre que tomé las riendas de mi propio conocimiento en su vida, porque fui convovada, junto a otras diseñadoras marplatenses, por la dirección de la casa para formar parte de la muestra: “Victoria hoy, en la moda y el diseño”. Fue un viaje maravilloso, fue conocer una historia de libertad, una vida llena de hitos, fue leer sobre una mujer escrita por otras mujeres, fue maravillarme en cada renglón. 

Quién fue Victoria Ocampo?

Victoria fue la mayor de las hijas de la familia Ocampo, fue criada entre institutrices francesas e inglesas, siendo esos sus idiomas madre, más tarde aprendió el español. Su familia, tradicional de la aristocracia argentina, acomodada, pudo brindarle a ella y a sus hermanas educación, viajes, mucha lectura y un hogar donde se respiraba cultura.
Victoria estudió Filosofía y Letras. En 1920 publicó su primer artículo, en el diario La nación. Siempre rodeada de escritores e intelectuales, fue en 1931 cuando fundó la Revista Sur, la cuál dirigió durante cuatro décadas. El objetivo de dicha revista era dar a conocer escritores jóvenes argentinos, la literatura latinoamericana y lo mejor de la literatura mundial. Sur, se convertiría en la revista literaria más importante de hispanoamérica en el siglo XX.

Victoria fue una de las primeras mujeres en Argentina en publicar lo que escribía, también se dejaba ver manejando, fumando, vistiendo pantalones y teniendo actitudes – según el tono de la época – “masculinas”. En 1934 conoció a Virginia Woolf y fue la gestora de que se traduzca su obra en Argentina.

En 1936 fundó la Unión Argentina de mujeres, junto a otras escritoras y activistas. “Ésta organización fue creada para defender los derechos civiles de las mujeres, en respuesta a la promulgación de una ley propuesta por un grupo de jueces en 1935, que hacía retroceder sobre los derechos civiles conquistados en 1926. Según la reforma, las mujeres casadas no podrían administrar sus propios bienes, aceptar trabajar, ni ejercer profesión alguna, sin autorización legal del marido. Además, estos eran autorizados a anular el vínculo si comprobaban que la mujer no era virgen al contraer matrimonio.”

“La UMA comenzó a expandirse en filiales en el interior, ofreciendo conferencias, reuniones públicas y panfletos, como el siguiente:

“La revolución que significa la emancipación de la mujer es un acontecimiento destinado a tener más repercusión en el porvenir que la guerra mundial o el advenimiento del maquinismo. Lo único que me pregunto es si la palabra ‘emancipación’ es exacta. ¿No convendría más decir ‘liberación’? No olvidemos que los intolerables métodos coercitivos que nacen tan naturalmente en los hombres y que las mujeres soportan con una naturalidad más extraordinaria aún están todavía en vigor entre la gran mayoría. La emancipación de la mujer, tal como yo la concibo, ataca las raíces mismas de los males que afligen a la humanidad femenina y, de rebote, a la humanidad masculina. Pues la una es inseparable de la otra… Que un grupo de mujeres tome aquí conciencia de sus derechos, que son responsabilidades. Tal es mi voto restringido y ardiente. Podrán responder dentro de poco por innumerables mujeres”. (V. Ocampo)” Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/El-cuarto-propio-de-Victoria-Ocampo

En 1977 fue la primera mujer en formar parte de la Academia Argentina de Letras, votada por sus pares.

Victoria y la moda

Victoria tenía un estilo propio, una mezcla entre lo femenino y lo masculino. Grandes blazers con hombreras, trajes sastre de falda y pantalón, telas nobles, sombreros y sus característicos lentes diseñados en New York. Su guardarropas se conformaba de atuendos firmados por Paquin y Cheruit, Abercrombie para sus equipos sport, Pierre Balmain en su etapa de madurez y Chanel.
Ésta última medía y hacía los trajes de Victoria, tuvieron una relación cercana y Victoria tuvo palabras de admiración hacia Cocó: 

“Vio claro en cuanto a lo que la mujer de esos días, y de los nuestros, necesitaba: sencillez. Desde luego la sencillez acompañada por excelente calidad de materiales puede costar fortunas, pero también se logra elegancia sin fasto.’

‘Admirable el empeño de Chanel en trabajar e independizarse de la tutela masculina. Admirable su talento costureril.’

‘Coco Chanel derribó las vallas que encontró en un mercado, el de los trapos, celosamente defendido por dragones rivales.’ Fuente: http://www.blocdemoda.com/2018/02/la-moda-victoria-ocampo-y-coco-chanel-mar-del-plata.html

También hablaba de la atemporalidad de su estilo: una podía usar un traje Chanel durante años, sin que nadie notara que era de temporadas anteriores. 

Victoria tomó la estética de la moda internacional, trayéndola a nuestro país, agregando tradiciones locales, conformando el estilo de la mujer moderna en Argentina. Victoria fue un ícono de moda y estilo durante el siglo XX, era de las que creaba la tendencia y no de las que la copiaba. La moda para ella, como para muchas en su época, era una manera de comunicar a simple vista el espíritu de libertad y movimiento.

Sin dudas fue una mujer que no buscó tomar el espacio masculino, si no el propio, que en ese momento era negado para las mujeres. La moda fue sólo un lenguaje, un terreno que las mujeres teníamos ganado, pero que no usó para la mera decoración, sino para demostrar la fuerza femenina en los espacios de poder. 

Una pionera, una mujer derribó prejuicios, un ícono, una escritora, una mecenas, una impulsora de la literatura y el arte en nuestro país, sin duda alguna una mujer que abrió caminos para las que vinimos después y que, al día de hoy, nos sigue inspirando. Los personajes como Victoria, deben ser leídos en su época, como pioneras y miembros de determinados sectores sociales y culturales, toman decisiones o tienen pensamientos contrapuestos a nosotras hoy en día, pero eso no significa que no nos puedan inspirar y que sí podamos admirar su obra.

En abril voy a presentarte la nueva colección de Natural: Nature Vivant, inspirada en Victoria, su historia y su persona, ojalá te guste y te inspire a vos también.



Llegamos al final de esta nueva nota en el blog. Me encantaría que me dejes tus comentarios por acá abajo contándome si conocías su historia, si no, qué pensás de ella y todo lo que quieras. 

Prometo no demorar tanto para la próxima nota, muy pronto se vienen novedades por aquí y ya te las voy a ir contando de a poco.

Deseo que hoy hayas podido tener un día de reflexión, de lucha, de alzar tu voz, de encontrarte con otras. Y lo que más deseo para todas nosotras es que no tengamos que ser valientes nunca más, sino libres, que podamos conseguir la igualdad salarial, que odcupemos espacios de poder sin tener que resignar nada, que nuestros cuerpos sean nuestros y parte de nuestras decisiones y que en un futuro no tengamos que explicar más porque hoy se celebra el día de la mujer.

Nos encontramos en la redes!

Ana Paula


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Ahora que SÍ nos ven

Mi nombre es Ana Paula Seara, tengo 35 años, nací mujer y me percibo como tal. Soy una mujer afortunada, porque lo más grave que me pasó en la calle es que me dijeran algo tan desagradable que se me revuelva el estómago; soy afortunada porque tengo al lado a un compañero que no ve diferencia entre nosotros dos, más que las biológicas, un compañero que, aunque no se perciba como tal, es feminista, porque quiere que ambos tengamos los mismos derechos; soy afortunada porque nací en un matriarcado, somos muchas y todas fuertes, todas trabajamos, muchas tienen hijos y los crían con libertad y amor. Soy afortunada porque más que una “mano en el culo” en un boliche o una “apoyada genital” en el brazo mientras voy sentada en el colectivo o “una mano de más” o un “beso robado” no me pasó… La pregunta es, soy una MUJER AFORTUNADA? En el contexto social en el que estamos, la respuesta es Sí! Tristemente es sí.

Hablemos de datos: en Argentina, en 2019 fue asesinada una mujer cada 27 horas a manos de un hombre… Los detalles son todos dolorosos, algunas fueron violadas, otras golpeadas brutalmente hasta dejar de respirar, otras quemadas, mutiladas y la lista del horror sigue. En lo que va de 2020 hubo más femicidios que días en el año, este año, hasta el momento, es ASESINADA UNA MUJER CADA 23 HORAS. Es sólo un dato. Detrás de este dato hay familias completas que lloran a una mujer, hay hijes, hay parejas, hay madres, padres, amigues… Todos lloran, todos se lamentan y todo sigue igual. 

8 de marzo

Hablemos un poco de historia… Hoy, 8 de marzo, no es una celebración (aunque más adelante vaya a contradecirme), es una conmemoración de las más de 100 mujeres que murieron quemadas en una fábrica en New York en 1911… Ese hecho desató la profunda necesidad de luchar por los derechos de las trabajadoras. 

Hoy, gracias a todas las que lucharon desde hace más de cien años, nosotras gozamos de muchos derechos adquiridos, pero todavía nos faltan.

El futuro es feminista

Hace un tiempo que las mujeres alzamos la voz, que nos hacemos escuchar, hace algunos años nació el movimiento #niunamenos y bajo ese hashtag nos expresamos y decimos BASTA! Hoy fui a la marcha, me reconozco bebecita en este sentido, porque no me animé a ser parte hasta hace un año atrás en la anterior marcha por el día de la mujer, había algo que no me lo permitía y sabés qué era? MIEDO. El miedo paraliza, el miedo nos deja en el mismo lugar, el miedo no nos permite hablar, no nos permite reconocer cómo “salir de ahí”… Muchas campañas se ven, mucha información circula por todos los medios, pero en la medida en que la SORORIDAD sea completamente real y sea la única opción, vamos a seguir siendo arrancadas de nuestros hogares y familias, vamos a seguir cobrando menos que los hombres en los mismo puestos, vamos a seguir teniendo que elegir entre la maternidad y nuestras carreras, vamos a tener que seguir permitiendo que los hombres aborten con el abandono y vamos a tener que seguir siendo juzgadas si tomamos decisiones por nuestros cuerpos y estilos de vida, vamos a tener que seguir muriendo en abortos clandestinos, vamos a seguir pensando que fue nuestra culpa y que tal vez hubo que ser más clara al decir NO! 
Hoy volví a la marcha, con Juli, mi amiga del alma, hoy no me sentí sola y acompañé a muchas para que no se sientan solas, hoy fuí parte de una marea de colores llena de mujeres de todas las edades, hoy ví como un hombre llevaba a su compañera del hombro, “guiándola” por dónde tenía que cruzar la calle y llevándose puestas a varias chicas que estaban marchando, porque sí, incluso en ese contexto pasan esas cosas, hoy vi dos mujeres de más de 60 filmando mientras pasábamos adelante de ellas, no marchaban con nosotras, pero estaban ahí. Hoy asistí a una celebración (he aquí mi contradicción) de mujeres, por mujeres y para mujeres, la celebración de los derechos adquiridos y de todos los que vendrán, la celebración de las más jóvenes que hacen que me emocione profundamente su fuerza, su convicción y su lucha. Hoy ví una inmensa cantidad de carteles recordando a las que ya no están, a las que se fueron antes de tiempo por cruzarse con quiénes no debían, de las que se dijo que tenían la falda muy corta, que no tenían que estar ahí a esa hora, de las que se preguntaron que hacían solas… Hoy vi a madres con sus hijes, con sus bebés y a algunas con sus compañeros. Hoy me emocioné con las guardavidas marplatenses, que están en un ámbito que es bien mayoritario de hombres y se la bancan y luchan por sus lugares.
Hoy más que nunca pienso que juntas podemos, que juntas logramos mucho, hoy más que nunca no me atrevo a juzgar a otras, hoy más que nunca quiero no criticar a ninguna mujer por su exterior, por lo que lleva puesto, por lo que elije, hoy más que nunca quiero que esto siga creciendo, por mi madre, por mis primas, mi hermana, sobrinas, mis amigas y sus hijas, mis tías y por todas las que vendrán, por las que fueron y por las que ya no tienen voz, las que no volvieron a sus casas, para que nunca más, ninguna de nosotras tenga miedo de salir a la calle, para que nunca más (como me sucedió hoy en el colectivo a volver a casa) escuche a una mujer llamando por teléfono y avisándole a su mamá que ya está en camino, para que nunca más nos crucemos de vereda por ver uno o más hombres, para que nunca más ninguna de nosotras tenga qué pensar que ponerse o en qué volver a casa para llegar.

Mi nombre es Ana Paula Seara, tengo 35 años y soy una mujer afortunada porque hoy, una vez más, volví a casa, sana y salva. 

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#8M

Confieso que nunca había ido a una marcha… Siempre sentí ganas, pero por una cosa o por otra, nunca había ido. Debo decir que el motivo principal fue el miedo. No podría decir exactamente a qué, pero ese miedo de “que pase algo” de “quedar en el medio”… No sé, la cuestión es esa, nunca había ido.

Este 8 de marzo sentía la necesidad, ya no eran ganas o deseo, era una necesidad y ahí fui. Yo también fui parte de la marea que caminaba con banderas, carteles y cánticos. 

feminismo

Hace no mucho tiempo empecé a entender el feminismo, lo entiendo, lo siento y lo abrazo. Lamento quienes no lo hacen, sobretodo las mujeres… Hace un tiempo, si no me equivoco fue el mismísimo 8 de marzo, leí por ahí uno de esos carteles que circulan por las redes que decía “nuestra generación se está preocupando tanto por mostrar que una mujer puede hacer lo mismo que un hombre, que está perdiendo lo que la hace única. 
La mujer no fue creada para hacer todo lo que hace un hombre. La mujer fue creada para hacer todo lo que un hombre no puede hacer”… Lo leí… Me quedé pensando… Me enojó un poco… Pero más que nada porque, una vez más, me parece que no se entiende el feminismo o, tal vez, soy yo la que tiene una visión equivocada. Creo que lo que esta generación de mujeres busca con este movimiento es visibilizar que, si bien existen claras diferencias -sobretodo biológicas- entre hombres y mujeres, los derechos debieran ser los mismos para todos. Estamos hablando que solamente las mujeres tienen que tener el mismo derecho que un hombre a determinados puestos de trabajo o la igualdad salarial? No, es mucho más que eso. Estamos hablando también que cuando una pareja decide tener un hijo el varón tiene que volver a trabajar a los pocos días… El bebé también lloró para él y no durmió, el también quiere pasar tiempo con su bebé, sin embargo, no tiene ese derecho. El feminismo busca la igualdad de derechos. Estos ejemplos son solo eso, ejemplos, pero podríamos enunciar muchas, muchísimas situaciones más donde se ven estas diferencias para ambos lados.
Y por otro lado, no creo que la mujer “esté hecha” para hacer lo que el hombre no puede, creo que la mujer puede todo lo que quiere, mientras su biología se lo permita.

lA MARCHA

De todos modos, no quería ahondar en esto, quería contarte lo que ví, lo que me pasó. Lo que ví fueron a un montón de mujeres, juntas, como una masa, caminando, de manera pacífica, cantando, pintadas, con ropa alusiva, con pañuelos de varios colores, ví mujeres abrazarse, unirse, ví madres con sus hijas chiquitas, ví amor, ví sororidad, ví una sola mujer, enorme, caminando y luchando, porque eso es lo que se respiraba, unión, éramos como una sola. La frase “no estás sola” resonó más que nunca en mi interior y, creo, que ahora sí la entendí por completo. Estoy agradecida de haber ido, de haber sido parte y de haber compartido ese momento con dos grandes amigas, mujeres que quiero y admiro y que hacen mi vida mejor. También estoy feliz de haberme cruzado con un montón de otras que conozco y fundirnos en un abrazo y seguir caminando y la frase “qué bueno verte acá!” Sentí mucha emoción y el corazón grande, siento mucha alegría y un enorme privilegio de vivir este momento -a nivel mundial- en el que las mujeres nos levantamos y siento que ya no nos van a callar, porque ya, de verdad, no estamos solas.
Te quiero dejar algunas imágenes que me gustaron un montón, que pude capturar y que quiero compartirlas con vos.
Gracias, como siempre, por leerme y, ojalá, vos también estés sintiendo todo esto. Y nunca te olvides que YA NO ESTÁS SOLA ♥