La semana pasada. en Argentina, la revista Caras tuvo una desafortunada tapa donde se veía a la Reina Máxima de Holanda junto a su hija mayor y un titular que decía: La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look “PLUS SIZE”… Y debajo hablaba de como una adolescente de 16 años sobrelleva el bullying y como vive sin tabúes, defendiendo su figura de “mujer real”. Decidieron ir un poco más a fondo en el interior de la revista hablando de “sus redondeces” y otros términos que no vale la pena mencionar. En la publicación en Instagram no leí un solo comentario a favor o a nadie defendiendo a quiénes se hacían eco de una tapa con un titular vergonzoso, atrasado mil años y poco sensible, ni hablar de que están haciendo un titular de esas características hablando del cuerpo de una adolescente, osea, menor de edad.
Después de todo el revuelo que se armó en la redes hicieron un descargo, que poco tiene de pedir disculpas o de reconocer un error, pues todos somos humanos y estamos aprendiendo a deconstruirnos muy lentamente, por el contrario hablaron de la publicación de Oriana Sabatini y el posteo dónde hablaba de sus trastornos alimentarios y de los complejos con su cuerpo, refiriéndose a ella con la frase “harta de la idealización y con ganas de andar más liviana y no de kilos”… Bueno. Dos días después hicieron un nuevo descargo hablando de como estamos aprendiendo todes como sociedad. Bueno.
Muchos hablaron de esta tapa y de lo mal que está, con lo que estoy totalmente de acuerdo, pero también me parece una gran oportunidad para reconocer que nosotras también lo hacemos, también pensamos que tenemos un talle más grande del que realmente tenemos, que nos vemos “gordas” cuando tenemos algún kilo de más, que está perfectamente bien, que catalogamos a las otras como lindas, flacas, feas, altas, bajas, gordas… La tapa de Caras nos hizo ruido, nos dio vergüenza, nos pareció un despropósito y eso me alegra, me alegra que haya sido TT en Twitter, me alegra que las mujeres siguieran comentando en posteos posteriores, pidiendo que reconocieran su error, dando por sentado que fue intencional (cosa que también pienso), algunas mostrando lecciones de lo que sería más sano para todes en excelentes palabras y con conceptos muy hermosos, pero insisto, cuántas veces miraste a una mujer por la calle o a una conocida y dijiste o pensaste “está más gordita”, o “que arrugada”, “está demasiado flaca”?… Por qué nos medimos entre mujeres por la imagen? Por qué buscamos entrar en los cánones imposibles? Cánones que, incluso, quiénes se supone que los marcan están empezando lentamente a contarnos el backstage de todo eso. Podemos hablar del caso de Oriana (que te comenté más arriba), podemos hablar del caso de Ariana Grande, que casi se queda pelada por los tintes y tratamientos que se tuvo que hacer en el pelo por trabajo y de muchas otras que nos empiezan a contar y que empiezan a liberarse de la presión de ser algo que-no-son-tanto, de ser un producto,
Quiero dejarte en claro que no me siento exenta de este concepto, que muchas veces me vi gorda por tener rollitos en la panza, que mis ojeras me causaron trauma y un bullyng furioso durante años en el colegio (uno de mis “apodos” era muerto encremado), pero de a poco me amigué conmigo, de a poco aprendí a quererme como soy. Yo no soy sólo un cuerpo, yo soy un todo: lo que pienso, lo que siento, lo que hago, mi profesión, soy hija. hermana, prima, tía, sobrina, novia, mujer, soy mis lados brillantes y mis oscuridades, soy muchas cosas y, además, soy un cuerpo, pero es sólo una pequeña parte de mi identidad, aunque es lo que primero ven los demás.
Me parece importante que podamos entender que todos somos mucho más que una imagen y que esa imagen se construye de todo lo que somos. Una persona no es bonita por como se ve, una persona es bonita cuando su imagen refleja su personalidad, refleja quién es con los demás, refleja sus emociones, sus fortalezas, su vulnerabilidad. Una persona es incluso más bonita cuando es amable con sigo misma, cuando se acepta, cuando se quiere…
Hace unos días hablaba con una amiga sobre esto y le decía que siempre vuelvo a cuestionar mi imagen, pero cada vez menos, cada vez presto menos atención a cuán flaca estoy, a cuántas arrugas tengo (que no son tantas pero la cuarentena me hizo estrenar algunas cuantas), pero son momentos que duran unos minutos y se van y, por suerte, cada vez son menos. No soy ni una gurú, ni la tengo clarísima conmigo, pero sí trabajo todos los días en aceptar quién y cómo soy, en quererme y sí me siento orgullosísima de todas las mujeres que me rodean, que son bellísimas independientemente de como luzcan ♥
Deseo que más temprano que tarde podamos dejar atrás todas estas reglas, estos cánones, estas imposiciones. Deseo que te quieras muchísimo, que te aceptes, que te encuentres con vos y que te vuelvas a re-conocer. Deseo que eduquemos mujeres fuertes, que se encuentren con ellas mismas, que se acepten y que se quieran, que potencien a las otras, que no critiquen a las otras, deseo que pronto todas nos empecemos a sentir libres y hermosas, pero no porque entramos en el canon, sino porque así nos sentimos y así hacemos sentir a los demás.
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Ana Paula